Llamado realmente Museo Egipcio de El Cairo, la institución como tal nació en el último tercio del siglo XIX gracias a la labor de Auguste Mariette quien creó los primeros museos en Bulaq y Gizeh. El nuevo edificio, tal y como lo conocemos hoy, se inauguró en la plaza Tahrir en 1902. Es un verdadero almacén de antigüedades, caótico y desordenado, pero conserva la magia de los viejos museos. Muchas de las vitrinas son las originales en las que estaban las piezas hace más de 100 años. En la última década se ha llevado a cabo un gran trabajo de catalogación y estudio y la base de datos es realmente buena. Pasear por sus salas y galerías es adentrarse en un viaje por la historia de Egipto y por los descubrimientos arqueológicos que han hecho de este lugar la mayor colección del mundo de arte faraónico. Si quieres saber más sobre el saqueo que sufrió en 2011 puedes hacerlo en este artículo exclusivo. Algunas piezas fueron recuperadas en 2014 y las podéis ver en esta galería de fotos.