Madrid 1585. España vive años convulsos ante la inminente preparación de la Armada invencible contra los ingleses. Éstos, conocedores del peligro, envían a la corte española a un nuevo agente, Christopher Marlowe, dramaturgo en ciernes y joven de carácter pendenciero y aguerrido.
Tras adquirir una nueva personalidad, Marlowe entra en contacto con el taller del pintor don Alonso de Coloma cuya sobrina, Lorena, es una destacada retratista de la corte de Felipe II. Gracias a ella el joven inglés conoce a doña Ana de Mendoza, princesa de Éboli, de quien don Alonso diría que fue la única mujer “capaz de entretejer alrededor del cuello de todo un rey, una soga hecha con pasiones que estuvo a punto de acabar con un gran imperio”.
Mateo Vázquez y Juan de Idiáquez, secretarios del monarca español, descubren la presencia del agente en Madrid y no dudarán en llegar hasta el final para evitar cualquier tipo de ingerencia en sus ambiciosos proyectos políticos.
En una huida hacia delante, Marlowe se verá obligado a afrontar problemas que no había imaginado, como el verse en la tesitura de tener que elegir entre su vida, su amor o el éxito de la misión que se le encomendó.
Una apasionante trama que desvela el lado más débil de la política de Felipe II y cómo los servicios de espionaje y contraespionaje cambiaron el sentido de nuestra Historia, gracias al talento de dos mujeres.