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MY DEAREST MUMMY

Abr 2016

En mi colección particular de egiptomanía cuento con varios muñecos que representan a los protagonistas de las diferentes versiones que de la momia se han llevado al cine. Especialmente me interesan las distintas películas hechas por la Universal. La momia (Universal 1932) es un verdadero clásico no solo del cine de terror, sino de la propia historia del Séptimo Arte. Fue protagonizada por el genial Boris Karloff en el papel de la momia y en su versión «encarnada», Ardeth Bey, dirigida por Karl Freund y coprotagonizada por la extravagante Zita Johann. La historia es sencilla. Unos arqueólogos descubren una tumba en donde la momia recobra vida cuando uno de los excavadores lee un antiguo texto. La obsesión del cuerpo revivido es buscar a su antiguo amor, la princesa Ankhesenamón, enterrada en una misteriosa tumba que él conoce. Muchos detalles de la película están basados en el descubrimiento de la tumba de Tutankhamón, hallada apenas diez años antes.

En la década de 1940 la Universal quiso recuperar el éxito de La momia haciendo nuevas entregas. Así nos encontramos con La mano de la momia (1940), La tumba de la momia (1942), El fantasma de la momia (1944) y La maldición de la momia (1944). Su calidad no es muy buena, pero son realmente deliciosas. En ellas no aparecía Karloff como protagonista. En La mano de la momia, veíamos a Tom Tyler, un habitual de películas del oeste que debido a una artrosis, arrastraba una de sus piernas dándole al personaje un toque truculento. Lon Chaney Jr. protagonizó las otras películas.

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