El Museo Arqueológico de Zagreb cuenta en la cuarta planta con una espectacular colección egipcia. Un número no muy elevado de piezas (unas 2.200), pero todas de importancia relevante. Su origen nace en el interés por estas piezas de Franz Koller, mariscal de campo checo de origen austriaco, cuya colección es adquirida en Croacia a mediados del siglo XIX. En ella podemos ver estelas, ataúdes, shabtis, objetos de la vida cotidiana y una estrella muy especial, Rosita. Se trata de la momia de una joven fechada en época helenística, hacia el siglo IV a.C. y que fue descubierta envuelta en rollos de papiro escritos en etrusco, algo nunca visto.