Visitamos una vez más el Museo Británico para explicar por qué están ahí esas piezas y por qué es tan difícil que regresen a sus países de origen. Un tema polémico que nace de la época colonial hace más de dos siglos y que todavía colea en nuestros días. Es difícil dar una respuesta pero como todos los expertos coinciden, las piezas están bien donde están. Salieron como botín de guerra o compradas a gobiernos que ahora ya no existen, como el gobierno otomano en Grecia o Egipto. Hoy esos estados no reconocen al Imperio otomano como prestador lícito de su patrimonio, pero plantearse esas cosas 200 años después no tiene sentido. Lógicamente hay que separar las piezas que recientemente han sido robadas y no tienen ese respaldo histórico. Pero si se devuelve el material arqueológico ¿por qué no movemos las fronteras a donde estaban hace 200, 300 o 1.00o años? ¿Debemos devolver las pinturas de El Bosco a Holanda? Es cierto que fueron compradas por Felipe II, pero también fueron compradas la inmensa mayoría de piezas que hoy se ven en museos de occidente. Son tantas las contradicciones existentes, que lo mejor es dejarlo todo como está y reconocer que es la propio historia de las piezas la que las enriquece y convierte en los mejores embajadores de sus países de origen.