El templo de Kom Ombo, “la colina dorada” fue construido precisamente sobre una colina. Sirvió de cantera improvisada para las ciudades vecinas durante siglos. Aunque se han descubierto bloques dispersos de la XVIII dinastía (ca. 1500-1000 a.C.), la mayor parte de él es de época ptolemaica, y más en concreto del reinado de Ptolomeo XII Auletes, del siglo I antes de nuestra era. Es un templo identificado con la medicina. Lugar de peregrinación desde la Antigüedad, su divinidad principal era el dios cocodrilo Sobek aunque también se adoraba en él a una versión de Horus, Haroeris, Horus el Viejo. En Kom Ombo podemos encontrar pistas del hombre-dios Imhotep y de otros grandes enigmas de esta civilización.
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